spot_img

Calesitas de Roque Pérez

Foto arriba: Calesita propiedad de Carlos Guerrero y “Chirola” Illescas que giró en Plaza Martelli desde el año 2002 hasta 2010 (foto gentileza de Patricia Santiago).

La más antigua funcionó en calle Mitre tirada por un caballo y la más reciente restaurada por sus dueños giró casi diez años en la plaza Martelli hasta que partió al sur del país.

El carrusel es un antiguo invento turco para entrenamiento militar. En Europa se comenzó a usar como entretenimiento. En Argentina se la llamó calesita y en Roque Pérez hubo una tirada por caballos donde después se construyó la carnicería de Amico.

Antigua calesita tirada por caballo, fuente web de la Asociación de Calesiteros y afines.

Dicen que el carrusel tiene varios siglos de historia. Se trataba de una máquina para los ejercicios de combate que practicaban los turcos y los árabes por el año 1100, y que reforzaba la preparación de los jinetes para la batalla al atacar con espadas de madera a muñecos que representaban al enemigo. La palabra Carrusel tiene sus orígenes en el idioma italiano Garosello, y en español Carosela que significa «Primera batalla».

- Anuncio-

Fue introducido en Europa por las Cruzadas y más tarde terminó siendo un divertimento de la nobleza y de los adultos, especialmente en París. Luego se difundió en todo el mundo, especialmente para los niños.

Según la Asociación de Calesiteros y Afines, La primera calesita argentina había sido fabricada en Alemania y se instaló entre 1867 y 1870 en el antiguo barrio del Parque, actualmente la Plaza Lavalle (frente al Teatro Colón).  En 1891, el español De la Huerta empezó a fabricar en nuestro país. Solía vendérselas a los inmigrantes españoles con facilidades de pago, para que tuvieran una fuente de trabajo apenas arribaran al país.

En Roque Pérez supo instalarse una calesita tirada por un caballo. Así lo cuenta Atilio Amico: “Al terreno donde luego mi padre Santo construyó el edificio de la carnicería, solían venir las calesitas. Era el año 1940 o un poco antes. En ese entonces era tirada por caballos. Yo anduve en esa calesita. El caballo iba adentro de la calesita, era un animal acostumbrado al que se le tapaba la vista”.

“Yo nací en el año 1931 -explica Atilio Amico- por eso me acuerdo algunas cosas del año 38 al 40. Como la calesita en ese terreno de la calle Mitre que era de Tozzi y cuando se construyó la carnicería La Victoriosa. Por entonces también se construyó la casa de doña Modesta Flores, donde después estuvo Fito Bruno”.

Unos años después en el año 46, el niño que le gustaba la calesita tirada por caballos ya andaba haciendo reparto de carne por el pueblo en un carro tirado por caballos. Pero esa es otra historia (ver Historias de La Victoriosa)

Las viejas calesitas tenían música de un organillo. Dicen que el caballo comenzaba a girar penas la oía. Después las conocimos con sonido eléctrico, y su música de gastados discos.

Inauguración de la calesita de Plaza Martelli que funcionó a beneficio de la Cooperadora del Hogar de Ancianos en los años 80´ (foto gentileza de Patricia Santiago).

La calesita de Plaza Martelli

Recordamos dos calesitas que giraron allí. La primera funcionó a beneficio del Hogar de Ancianos a mitad de los años 80. En la foto del día inaugural están el intendente Federico Bolla y su secretario Américo Carabajal junto a los miembros de la Cooperadora del Hogar, María Esther Badde, Sra. de Carabajal, Teresa Laporte, Mabel Zabala, Nené Márquez de Cardoso y Noemí Sciaroni.

Desde el año 2002 al 2010 funcionó otra calesita en Plaza Martelli. Fue propiedad de Carlos Guerrero y Daniel “Chirola” Illescas. “Cuando fuimos a comprar la calesita a Lanús -cuenta Guerrero- la encontramos toda desarmada y casi salgo disparando”.

Pero de todos modos la compraron y la repararon. “Mario Desantis le hizo el techo nuevo y mi sobrino y unas amigas nos ayudaron con las ilustraciones -recuerda Guerrero-.  Fue una época linda, ver a los chicos felices en nuestra calesita todos los domingos. Hoy ya son chicas y chicos grandes que cuando ven me dicen el calesitero”.

En 2010 la familia Galán adquirió la calesita y la trasladó a un parque turístico en El Maitén.

Dicen los calesiteros que la pera y la sortija son un invento bien argentino que surgió en la década del ’30 inspirada en las carreras criollas de sortijas. La pera con la sortija puede estar colgada de un poste y el calesitero la acerca y aleja de las manos de los niños deseosos de atraparla para ganar una vuelta gratis.

La histórica Calesita del Parque General Paz (barrio de Saavedra, Bs As.) fue construida en 1943 y representaba escenas de la vida del gaucho con carros tirados por bueyes y un rancho de barro. Funcionó 30 años en forma gratuita y en 1979 fue cerrada por la dictadura militar. En 2009 fue reconstruida por el programa Puertas del Bicentenario.

“La pera la hicimos con un torno de madera -me cuenta con nostalgia Carlos Guerrero- y es lo único que conservo de la calesita de la plaza Martelli”.

Antes era común que algunos calesiteros desarmaran su calesita para hacer sus recorridas por los pueblos ofreciendo a los niños sus vueltas sobre autitos, aviones y caballos de madera. Seguramente vinieron a aquellos potreros históricos de Roque Pérez donde llegaban también los parques y circos, como la esquina de Belgrano y Alsina (frente a la iglesia), o Belgrano y Avellaneda (Casa flia Del Barrio) y la esquina del paso a nivel de calle Mitre.

Ahora mientras escribo sobre estas mágicas máquinas de girar, me recuerdo estirando los brazos desde un blanco caballito de una calesita que supo establecerse en la calle Berro, frente a la vieja Agencia Ford. Sin embargo, los vecinos no recuerdan una calesita allí. Quizá sólo en mi imaginación veo al calesitero dar el primer empujón para que la calesita comience a girar. Son sensaciones y recuerdos de un Roque Pérez poblado de potreros y, a veces, de calesitas.

Las calesitas estaban tan presentes en el imaginario popular que hasta se usaron en una publicidad del Dodge 1500.
- Anuncio -spot_img

También puede interesarte