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Tu grato nombre

CEC N° 801 “Argentina Patricia Franchello”

Se cumplieron 50 años de la creación del Centro Educativo Complementario, Cec Roque Pérez , el 23 de setiembre de 1970 y la comunidad eligió llevar con orgullo, el nombre de una muy querida docente.

La comunidad votó en 2019 y fue elegido el nombre de Argentina Patricia Franchello para quedar en letras de bronce de la institución. “Ella fue una mujer que dejó un recuerdo hermoso en nuestra institución y en sus compañeras -cuenta la directora del CEC Perla Caro Dons-. Patricia trabajó desde 1970, fue asistente social y después directora del CEC, desde el 13 de abril de 1987 hasta su jubilación en 1994”.

Quisimos conocer la tarea de Patricia Franchello desde la mirada de sus hijos Iván y Ezequiel Racero y de algunas compañeras docentes.

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“Tengo muchos recuerdos de mi mamá en el CEC -cuenta Ivan Cruz Racero-. Ella salía con los chicos a cualquier hora en su Citroën. Y hoy me es muy grato encontrar chicos que me dicen que recuerdan con cariño a mi mamá. Eso nos reconforta mucho.”

Sin duda Patricia Franchello y muchísimas docentes y personal de la institución dieron lo mejor. Hoy son testimonio de ello el amor que sembraron durante tantos años con mucha vocación.

“Si, ella y tantos docentes y auxiliares dieron mucho por el CEC -dice Iván-. Quizá es injusto nombrar a una persona… le tocó a mi mamá, pero trabajaron como un equipo. Mi mamá le dedicó mucho esfuerzo y quiso mucho su tarea en el CEC. Ella era muy metedora, siempre con su buen carácter, siempre contenta, lograba que la gente la siguiera mucho”.

“La contención que teníamos en el CEC era muy buena -recuerda Ezequiel Racero -. Además, aquellas épocas eran muy difíciles, ¡lo que costaba comprar un par de zapatillas! Y para muchos chicos seguramente el mate cocido de la tarde era su última comida. Por eso también se implementó que los chicos pudieran llevarse una vianda”.

“Eran otros tiempos -cuenta Ezequiel-. Mi mamá estaba siempre pendiente del CEC, de los cupos para los chicos, buscando a los que no asistían porque no tenían zapatillas o por algún otro problema más serio. Ella hizo un surco yendo a La Plata, llevando a los chicos al hospital porque ella se daba cuenta que alumno tenía problemas de audición o de vista… Ella llevaba la vocación muy adentro”.

“¡Qué alegría, no había nombre mejor para el CEC! -dice Graciela Anta-. Yo pasé toda mi carrera docente, treinta y tres años, con Patricia Franchello. Si habremos vivido experiencias, buenas y malas, épocas de crisis, no teníamos que darle de comer a los chicos, íbamos al campo a buscar donaciones”.

“Patricia fue una persona excelente -recuerda Graciela-, una mujer muy preparada. Además, éramos amigas, estudiábamos juntas y ¡hasta compramos el Citroën a medias! Ella tenía un don, porque era cómica, cuando había un problema, ella te tranquilizaba, preparaba el mate ¡Y te hacía reír! Patricia era muy laburadora y tenía mucha sensibilidad social”.

“Patricia ha sido una de las personas más bondadosas y éramos como hermanas -cuenta Norma Anta que trabajó 39 años en el CEC-. De ella tengo los mejores recuerdos como persona, como docente y como directora. Una persona totalmente generosa, tuvo una vida sacrificada, pero ella ¡estaba siempre alegre!”

“En todo el trabajo que se hacía con los chicos, el alma y el nexo con las familias era Patricia Franchello -explica Zulma Easarret, directora durante 14 años del CEC-. Patricia era la asistente social y hacía las visitas a las familias. Con ella tengo muchísimos recuerdos, andábamos en el campo con el barro hasta las rodillas y lo hacíamos felices, se trabajaba con mucha vocación, para mejorar la educación y las oportunidades de los chicos. A la noche íbamos a pintar papeles para que los alumnos tuvieran materiales. Los chicos llegaban con sus zapatillas mojadas – recuerda Zulma- y nosotros se las secábamos en el hogar a leña. A la par de todas estas tareas estaba Patricia. Me pareció muy linda elección su nombre. Todos recuerdan a la señora Patricia – asegura Zulma-. Ha sido una persona muy querida por su personalidad, muy dinámica, alegre y siempre podía tener una solución para los problemas y cuando no se podía, al menos poner el oído y la compañía”.

Sin dudas, el CEC N° 801 “Argentina Patricia Franchello” llevará con orgullo, su grato nombre.

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