En el día de la trabajadora rural dialogamos con Filomena Vallarino, una mujer dedicada a las tareas de campo en Carlos Beguerie.
La historia de Filomena está relacionada muy íntimamente con la chacra porque nació y se crío en la zona rural de la ruta 30.
“Nací en Pedernales y viví toda mi vida en el campo. Yo era más conocida como la hija de la quintera, porque mi mamá hizo mucho tiempo esa actividad. Después me casé y me vine a vivir a Beguerie porque mi compañero es de acá”.
“Desde chica hice todas las tareas en el campo -cuenta Filo Vallarino -. Mis padres siempre tuvieron quinta y vendían en el mercado central. Como teníamos ganado también se sembraba maíz y lo juntábamos a mano como lo hacían nuestros abuelos, para dárselo a las vacas”.
Se perdió mucho la quinta:
“Sí, hubo años que entraba mercadería de Brasil y a la gente no le quedaba ni para el peaje de la ruta. Los quinteros se cansaron, fueron dejando la actividad”.
“Hoy tengo mis gallinas ponedoras -cuenta Filomena-. Son dieciocho y ya tengo dieciocho pollitas más. Voy agrandando mi plantel y vendo los huevos que producen. También trabajo con las chanchas y los chanchitos que tenemos. Todas las mañanas temprano les doy el agua y la comida”.
“Te organizás, se puede -me dice Filomena sobre cómo cría a su hijo y al mismo tiempo trabajar en el campo-. Tengo a Juan de un año y medio y el me ayuda con el tachito de comida para las gallinas. Yo estoy feliz de que se críe como yo, disfrutando de la naturaleza. Es un orgullo que mi hijo tenga sus raíces en el campo”.
Filomena vive en la Estancia San Aureliano y ya está haciendo nuevos proyectos.
“Mi suegro tiene ovejas y nosotros, con mi marido, también queremos tener una majada -dice la joven emprendedora-. Por eso nos presentamos al proyecto ovino del municipio y esperamos poder comenzar pronto”.
“Tendría que haber más mujeres y más familias viviendo en las chacras. Muchos se fueron, quedamos pocos. Yo tengo esperanza que las cosas van a ir bien en el campo”.
¿Filomena, cuál es el lugar de la mujer en la vida rural?
“Yo creo que la mujer puede trabajar y decidir las cosas del campo -dice Filomena Vallarino-. Yo me acostumbré con mi mamá que manejaba el camión y viajaba hasta el mercado. No había mujeres que hicieron eso. La gente la veía bajarse del camión y se asombraba y la respetaba al mismo tiempo. Como mi mamá podía decidir yo también lo puedo hacer. En mi casa, somos un equipo, mi marido tiene sus tareas y yo tengo las mías y siempre nos ayudamos”.
“Mi mensaje para las mujeres es que sigan luchando -dice Filomena-. Puede haber tropiezos, pero tenemos que seguir adelante. Yo creo que el campo es muy importante para el futuro de nuestro país”.
“No soy muy fotogénica pero la ocasión amerita” me dice con dulzura Filomena Vallarino, la joven que tiene nombre de zamba. Me comparte las fotos de sus terneros, sus gallinas ponedoras y de su hijo Juan Diego Nanni, en la soleada tarde del campo en Carlos Beguerie.
