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Gitano, arquero y soñador

Hugo Gitano Rocha es un personaje. Quién no conoce a este simpático “patrón” de la esquina de Mitre y Belgrano. Fue un grande en el arco chico. Los que peinan canas lo recuerdan como aquel gran arquero que descollaba en los torneos de La Chingada. Defendió la meta del famoso “El Ultimo Foco”, el equipo multicampeón que aún no ha sido destronado de la estadística del baby fútbol local.

Simpático y emprendedor son algunos atributos de este “Gitano” que aquí nos comparte sus recuerdos y también proyectos de sus 81 jóvenes años.

“Cuando era chico jugábamos en los potreros -cuenta Hugo Rocha sobre sus inicios-, había una canchita en lo de Federico Rocha que se llamaba “La boquense”, al lado de las 33 hectáreas. Y otra en campo de mi viejo, Clemente Rocha. Esa canchita se llamaba “La bosta de vaca” y estaba donde hoy existe el circuito El Orejano. Y los sábados a la tarde jugábamos en La Chingada. Jugaba con Cayo Irazusta, que ya era un hombre grande y era una batalla campal para sacarle la pelota. ¡Muy buen jugador, lo que habría sido de joven!”.

Familia Rocha, Año 1946: “En esa foto están todos los Rocha, yo era uno de los chicos -dice Hugo Gitano Rocha-. Están el abuelo Rocha y la abuela Filomena y los hijos Pedro, Clemente, Domingo, Federico, José y las hijas… Mi abuela comió pan por primera vez en Argentina en un chiquero de chanchos y lloraba. Ella nunca había comido pan. Mis abuelos vinieron de España escapando de las guerras civiles”.
Hugo Rocha festejando su cumpleaños 80, junto a su esposa Hilda Belarde y sus hijas Nenete, Pato y Claudia.

“Yo lo seguía al arquero cantor, Jorge Elías Musimessi, el guardavalla de Boca que cantaba “El rancho e´ la Canvicha” -me cuenta Hugo sobre sus ídolos de entonces-. Vino a cantar a Las Tunas, pero yo no lo pude ver”.

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¿Gitano, cuáles eran tus secretos o habilidades en el arco?

“Yo digo que para ser arquero en los picados tener que ser delantero, entonces sabes dónde te patean. A los chicos siempre les digo: Para ser arquero hay que tener buenas piernas, buena vista y siempre rechazar a los costados”.

La Chingada, equipo de “El Ultimo Foco”: Arriba: Lalo Orayen, Hugo Rocha, P. Duarte y Cachito Cachi. Abajo: Peredo, Vasco Reina, Picha Caro y Cholo Mancinelli.

“Antes se atajaba sin guantes -explica Gitano Rocha-. En una semifinal me quebré un dedo por un pelotazo de Jorge Vizio. El Dr. Gotuzzo me vendó la mano. Pero el viernes jugábamos la final. Así que agarré el serrucho y me saqué el yeso. ¡Estás loco! me decía mi mujer. Jugamos, yo con el dedo quebrado, y salimos campeón”.

El Ultimo Foco es el equipo más ganador de la historia de La Chingada. El equipo casi imbatible de Lalo Orayen, Picha Caro y Cholo Mancinelli fue campeón nada menos que nueve veces en diez años (1959-1969).

El Gitano con simpatizantes de “El Ultimo Foco”: Vitito, Posicci, Palomo Mondani, Domingo Rocha, Bochada Caro, Hugo “Gitano” Rocha y el delegado Pedro Posicci.

“El equipo se inició en el boliche que era de Adobatto -recuerda Gitano Rocha-. Ahí vivía Pedro Posicci que era nuestro delegado. Y ahí estaba el último foco de luz de la calle (Ciappa Anaut). Por eso el nombre del equipo”. En “El Ultimo Foco” yo atajaba y los arqueros suplentes eran el “Flaco” Colela y Pastichoti. Atrás jugaba Lalo Orayen y “Conejo” Silvert y adelante “Corcuera” Salinas, Picha Caro y Cholo Mancinelli. Esa delantera… ¡era como tener a Messi, Maradona y Pelé! A veces también jugaban Coco Casanova y el vasquito Reyna”.

La Chingada, abril de 1968, los arqueros de El Ultimo Foco, Hugo Rocha y su suplente Pastichoti.

La camiseta de El Ultimo Foco era roja con puños blancos. Pero atrás en el arco había un fantasma, porque el Gitano Rocha vestía todo de blanco: remera, camiseta, medias y zapatillas. “Estuve 32 partidos invictos” me asegura Hugo mientras mueve sus anchas cejas. “Una de mis mejores noches le atajé dos veces el mismo penal al Negro Aguilar”.

“Era una cosa increíble -recuerda Hugo aquellos años 60- el hormiguero de gente que iba los martes y viernes hacia La Chingada. Y terminaba el partido y había 20 chicos alrededor mío. Me acuerdo de Horacio Rebón que era chiquito. Son recuerdos lindos. A los chicos les gustaba cuando volaba”.

Hasta su apodo “Gitano” está relacionado con su época de arquero  “Cuando terminaba un partido en La Chingada me tomaba 10 o 12 naranjadas -cuenta Hugo Rocha-. Pichón Buezas me decía: Vos sos un gitano naranjero. Y así nació mi sobrenombre.”

“Estuve en todos los campeonatos que ganó El Ultimo Foco menos un torneo que jugué para “La Chuleta Embrujada”-recuerda Hugo-. En La Chuleta jugaba el “Gordo” Rocha, “Lalo” Rocha, “Fiora” Rocha y Firrincieli. Todos carniceros. Salimos terceros o cuartos”.

“Qué ganas de volver a jugar -me dice con nostalgia el Gitano-. Tengo un solo problema, yo sé dónde va la pelota, ¡pero no llego! ¡Cómo me gustaría volver…!”

La Chingada, marzo de 1967. En el centro Orayen y Cholo Mancinelli y la barra de El Ultimo Foco.
La Chingada, El Ultimo Foco y los festejos de Campeón.
La Chingada, años 60, equipo La Chuleta Embrujada: Arriba: Fiora Rocha (delegado), Pepe Rocha, Hugo Rocha, Carmelo Ferrincieli y Pato Dichiara. Abajo: Bocha Suárez, Ricardo Rocha, y niño y jugador sin identificar.

Veo en tus fotos que eras flaquito y ágil…

“¡Ah sí, pesaba 70 kilos! Yo tenía mis hinchas, como el Palomo Mondani, Domingo y Fede Rocha, Carlos Dalto, Homero Bora. Siento que mis hijas no me pudieron ver porque eran chiquitas. Mi amigo cubano me carga: Dice que en el homenaje que me hicieron en la Chingada en 2015 no me pudo ver porque había 54 mil personas” -se ríe Gitano-.

Deduzco que sos de Boca…

Sí, yo soy de Boca, de Ford y Peronista. ¿No soy muy negro no? ¡Bien negro soy! Soy peronista como era mi padre, cuando se trabaja de sol a sol y sábado y domingo. Yo nunca pude jugar en cancha grande porque de día tenía que darle de comer a los chanchos. Por eso jugaba de noche en La Chingada” -explica Hugo-.

“En el campo de mi padre teníamos de todo, pero no había luz. Si no había viento, el molino no tiraba y había que darle a la bomba. 3 mil bombazos a la bomba Numero 3 le daba. ¡Venían las vacas y le daban una vaciada! ¡Tenías que correr a bombear de nuevo! Teníamos cerdos de Córdoba, de Monte Maíz, de Quemú Quemú. Con 30 hectáreas teníamos 20 vacas, 500 chanchos, mil gallinas y encubadoras. Teníamos abejas y hacíamos quinta. Qué manera de trabajar” -recuerda Gitano-.

Hugo Gitano Rocha y Romulo Martini en La Fabril Roque Pérez en los años 70´.

¿De qué buenos jugadores de Baby te acordás?

“Además de Picha, Cholo y Corcuera me acuerdo de un Aguilar que venía de jugar en Vélez. Otros buenos jugadores fueron el Nene Mancinelli y Eduardo Bonachera”.

¿Un partido difícil?

“Con El Amparo de Lobos. Tenían un equipo muy bueno. También hubo partidos difíciles con El Recuerdo, donde jugaban grandes jugadores como Bonachera, el Nene Mancinelli, Pampa Rivas y Dalesio creo era el arquero, de Lomas de Zamora, muy buen arquero”.

Siempre tenés proyectos nuevos…

“Sí, ahora quiero ser político… me gustaría ser concejal, pero concejal ad honorem, sin cobrar. Porque por eso se llama “honorable” el Concejo Deliberante, porque antes nadie cobraba. Cómo yo quiero hacerlo gratis no me lleva nadie en la lista. Pero algún día voy a ser…” -dice con seguridad Hugo Gitano Rocha-.

“Me gustaría impulsar proyectos productivos. Yo digo que si viene Guaymallén a vendernos alfajores ¿por qué no podemos hacerlo nosotros? En Argentina se tiran muchos kilos de fruta. Hay que hacer industrias. A mí me gustan las fábricas, pero nunca las fábricas de pobres. Y además yo pienso que ser empleado no es ninguna deshonra, pero es mejor ser patrón”.

Siempre has sido un soñador…

“Claro, por eso inicié junto a varios más, La Fabril Roque Pérez (fue una industria metalúrgica en los años 70 y 80) y fui uno de los fundadores de la Avícola Roque Pérez. Con La Fabril exportamos 18 mil separadores para galpones de pollo y silos a Cuba. También trabajamos para Emepa, Siam, Peugeot y Carrocerías El Detalle, entre otros. Fabricábamos silos, chimangos, ventanas de aluminio anodizado… Para Siam fabricamos baguetas para heladeras que se exportaban a USA. Después nos agarró la hiperinflación, nos hizo pedazos y cerramos”.

Un balance…

“Lo más lindo que te podés llevar es el buen recuerdo de la gente, el cariño. Hice muchos amigos. Tengo dos canciones que me llegan mucho, una es Pedro Canoero, se te fue la vida… porque yo tengo 81 años, no es poca cosa… Y tengo todavía la familia completa. Tengo a mis cinco hermanos. Charol, Pety y Elisa Rocha y por parte de mi mamá, mis hermanas Graciela y Noemí Crespo.  Por eso la otra canción es “Gracias a la vida”, ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!

Así le pone el broche a nuestra charla el querido Hugo Rocha, un arquero que sabía volar, un “Gitano” que le gusta soñar.

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