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¿Por qué regresar a la comida casera?

Comida sana versus alimentos ultraprocesados. El caso testigo de Nestlé.

El impacto negativo en la salud de los alimentos industriales es algo que no tiene mucha publicidad en los medios de comunicación masivos, por obvias razones denominadas “pauta publicitaria”.

Aún así, gracias a una publicación del diario Financial Times, reproducida en Argentina por La Nación y Pagina 12, entre otros, sabemos que Nestlé, la compañía alimentaria de mayor escala en el mundo, reconoce en un documento interno que más del 60% de los productos que vende -desde chocolates y helados hasta cereales para el desayuno- no cumplen con los criterios necesarios para ser saludables. Además, manifiesta que algunas de las categorías de bebidas y alimentos que produce “nunca serán saludables por mucho que se renueven”. Según se desprende de la publicación tampoco pueden ser considerados saludables el 96% de las bebidas y el 99% de los productos de confitería y helados.

Desde la empresa reconocen que tan solo el 37% de los alimentos y bebidas de la marca logran una calificación superior a 3,5, según el sistema de calificación de estrellas de Australia -que otorga a los alimentos más saludables cinco estrellas-.

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Por supuesto estos productos pocos saludables no son exclusivos de la marca mencionada. Todas las grandes empresas alimenticias elaboran productos ultraprocesados que tienen impacto en nuestra calidad y expectativas de vida.

En los últimos años se han realizado distintos estudios en varios países sobre los efectos de los «alimentos ultraprocesados», que tiene entre sus ingredientes, conservantes, edulcorantes o potenciadores del color.

Que es un «alimento ultraprocesado»: La profesora Maira Bes-Rastrollo, de la Universidad de Navarra, le dijo a la BBC: «Se dice que si un producto contiene más de cinco ingredientes, probablemente esté ultraprocesado». Los ejemplos incluyen: carnes procesadas como salchichas y hamburguesas, cereales para el desayuno o barras de cereales, sopas instantáneas, bebidas gaseosas azucaradas, nuggets de pollo, chocolates, helados, panes envadados, muchas comidas «listas para calentar», como tartas y pizza, entre otras.

Un estudio de la Universidad de Navarra, en España, siguió a 19.899 personas durante una década y evaluó su dieta cada dos años. En ese periodo, se dieron 335 muertes. Pero por cada 10 muertes entre aquellos que comían menos alimentos ultraprocesados, hubo 16 entre quienes más los consumían (más de cuatro porciones al día).

Otro estudio, realizado por la Universidad de París, siguió la salud y la dieta de 105.159 personas durante cinco años y registró que aquellos que comían más alimentos ultraprocesados ​​tenían más problemas de corazón.

También se ha detectado un vínculo entre este tipo de comida y un mayor riesgo de cáncer. Se sabe que el factor de la alimentación sumado al sedentarismo y al tabaquismo son combinaciones muy peligrosas para la salud.

La comida casera o de rotiserías que hacen preparaciones con productos naturales, el uso de frutas y verduras orgánicas y el acceso a productos frescos en general pueden mejorar la calidad y la expectativa de vida.

Esto implica decisiones personales y organización familiar a la hora de cocinar y elegir optar, cada vez que se pueda por los productores locales.

La buena noticia es que si de verdad queremos estar sanos, estos factores los podemos controlar. Una de las claves, ir más a la verdulería que al super.

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